Moscú, Rusia.– Ucrania bombardeó este martes una fábrica de sistemas antiaéreos y drones en la ciudad rusa de Izhevsk, ubicada a más de 1.000 kilómetros de su frontera, en un ataque que dejó al menos tres personas muertas y 35 heridas, según confirmaron autoridades locales.

El ataque fue llevado a cabo con drones del SBU, los servicios de seguridad ucranianos, contra la planta Kupol, conocida por fabricar los sistemas Tor y Osa, fundamentales para la defensa rusa. La ofensiva forma parte de la estrategia de Kiev para intensificar los ataques contra infraestructura militar en el interior de Rusia, como respuesta a los bombardeos rusos constantes sobre Ucrania.

Izhevsk, capital de la república de Udmurtia, alberga varias instalaciones del complejo militar-industrial ruso. Imágenes difundidas por medios rusos muestran columnas de humo saliendo del lugar tras el impacto de un dron, aunque aún no han sido verificadas de forma independiente.

El ataque ocurre en medio de un repunte de los bombardeos rusos, con un aumento del 36 % en el uso de drones de largo alcance en junio, lo que ha puesto a prueba las defensas de Ucrania. Según Kiev, Moscú lanzó más de 5.400 drones ese mes, la cifra más alta desde el inicio del conflicto a gran escala en febrero de 2022.

En paralelo, las fuerzas rusas siguen ganando terreno en el este de Ucrania, mientras las negociaciones de paz entre ambos países, realizadas recientemente en Estambul, permanecen estancadas. El Kremlin insiste en condiciones que Ucrania considera inaceptables, como renunciar a parte de su territorio y renegar de una posible adhesión a la OTAN.