París – Este viernes, el expresidente francés Nicolas Sarkozy se colocó un brazalete electrónico, un hecho histórico al ser el primer exjefe de Estado de Francia en hacerlo, para cumplir con el año de arresto domiciliario al que fue condenado por un caso de corrupción de 2014.

Sarkozy, quien fue presidente de Francia entre 2007 y 2012, agotó el último recurso el año pasado y vio confirmada su sentencia a tres años de cárcel, de los cuales dos son exentos de cumplimiento y uno con brazalete electrónico. La condena fue impuesta por haber utilizado su influencia para obtener beneficios en otro caso, conocido como el de las “escuchas telefónicas”.

A los 70 años, el exmandatario no podrá abandonar su domicilio durante 12 horas al día, salvo en los días en los que tenga compromisos judiciales vinculados al proceso sobre la financiación de su campaña electoral de 2007, presuntamente financiada por Libia. Si cumple con las condiciones del arresto domiciliario, evitará ingresar en prisión.

Sarkozy, quien siempre ha negado su culpabilidad, agotó todos los recursos legales antes de que se ejecutara su pena. Con la confirmación de su condena por parte del Supremo el año pasado, se convirtió en el primer expresidente francés en recibir una sentencia de prisión efectiva.

Este revés judicial se suma a una condena previa en septiembre de 2021, cuando fue sentenciado a un año de cárcel por la financiación irregular de su campaña presidencial de 2012. Además, Sarkozy y otros acusados están siendo juzgados actualmente en otro proceso por la presunta financiación ilegal de su campaña de 2007 por parte del régimen de Muamar Gadafi, un juicio que comenzó en enero y concluirá en abril.