San Salvador, El Salvador.- Unos 2.000 salvadoreños salieron a las calles este 1 de mayo para conmemorar el Día del Trabajador y exigir la liberación de miles de detenidos considerados inocentes bajo el régimen de excepción impuesto por el presidente Nayib Bukele.

El país centroamericano vive desde 2022 bajo esta medida de emergencia que, si bien ha reducido drásticamente la violencia, permite detenciones sin orden judicial y ha sido duramente cuestionada por organismos de derechos humanos. Según cifras oficiales, al menos 86.000 personas han sido arrestadas desde entonces, pero unas 8.000 fueron liberadas tras comprobarse su inocencia.

“Vengo a pedir que liberen a mi hijo y a los demás inocentes”, dijo Filomena Romero, ama de casa de 40 años, quien viajó desde Chinameca, a 120 kilómetros de la capital. Su hijo, Denis Campos, de 24 años, lleva tres años encarcelado sin haber sido juzgado, acusado —según ella, falsamente— de pertenecer a una pandilla.

Durante la manifestación, se vieron pancartas con fotografías de detenidos, reclamos por justicia y denuncias de violaciones a los derechos humanos. María Ábrego, comerciante de 56 años, protestó por el encarcelamiento de su hijo y su hermano, ambos recluidos en cárceles del occidente del país. “Tengo miedo de quedarme ciega por la diabetes y no volver a ver a mi hijo”, expresó entre lágrimas.

La marcha también reunió a sindicatos que exigieron al gobierno el reconocimiento legal de sus gremios. “Le pedimos a Bukele que entregue las credenciales a nuestros sindicatos”, afirmó Wilfredo Berríos, coordinador del Frente Social y Sindical Salvadoreño.

El economista César Villalona, también presente en la protesta, criticó la falta de institucionalidad: “Aquí no hay ley, la ley es la de Bukele”.

La jornada transcurrió de forma pacífica y sin incidentes, en un país donde la popularidad del presidente sigue siendo alta, en buena parte por la reducción de los homicidios y la inseguridad, pese a las denuncias de arbitrariedades en la aplicación del régimen de excepción.