Roma.- El papa Francisco, hospitalizado desde el 14 de febrero por una neumonía bilateral, está fuera de peligro inminente, según sus médicos.

Aún no hay una fecha confirmada para su alta médica. El líder de 1,400 millones de católicos, que este jueves cumple 12 años de pontificado, muestra signos de mejoría, pero su recuperación sigue en proceso.

Inicialmente ingresado en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis, se confirmó que padecía neumonía bilateral con un cuadro clínico “complejo”.

Durante su hospitalización, sufrió varias crisis respiratorias preocupantes. El 22 de febrero tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada y recibió una transfusión de sangre por trombocitopenia y anemia.

Días después, un broncoespasmo le provocó vómitos con inhalación y un deterioro en su salud. El 3 de marzo sufrió insuficiencia respiratoria aguda por acumulación de moco endobronquial, lo que requirió dos broncoscopias para aspirar las secreciones. Desde entonces, recibe oxígeno con una cánula nasal de día y una mascarilla por la noche.

Evolución favorable y cuidados continuos

El papa salió del pronóstico reservado tras una buena respuesta al tratamiento, la ausencia de fiebre y resultados favorables en los análisis.

Sin embargo, el Vaticano evita confirmar una fecha de alta médica y destaca la necesidad de continuar con la terapia hospitalaria. Aunque su estado ha mejorado, la neumonía no ha sido superada completamente. Actualmente, realiza fisioterapia respiratoria y motora a diario.

Desde su apartamento en el hospital Gemelli, el papa recibe pocas visitas y trabaja en la medida de lo posible. Entre los pocos que lo han visto están el cardenal Pietro Parolin y el arzobispo Edgar Peña Parra, altos funcionarios del Vaticano.

Cada mañana recibe la Eucaristía y sigue a distancia los ejercicios espirituales de Cuaresma. Aunque el Vaticano informa a diario sobre su estado, hasta ahora no se han difundido imágenes suyas.

Su única manifestación pública ha sido un mensaje de audio, donde agradeció las oraciones de los fieles con una voz notoriamente cansada.

Esta es la cuarta y más larga hospitalización desde que asumió en 2013. En 2021 pasó 10 días internado por una cirugía de colon. En 2023 estuvo hospitalizado en marzo por una bronquitis y en junio por una hernia abdominal.

A esto se suman sus problemas de rodilla, que lo obligan a usar silla de ruedas desde 2022. A los 21 años, sufrió una grave pleuresía, lo que derivó en la extirpación del lóbulo superior de su pulmón derecho. Más recientemente, comenzó a utilizar un audífono y reveló haberse operado de cataratas en 2019.