Ciudad del Vaticano, Santa Sede.- El próximo papa deberá ser una figura de consenso, capaz de reconciliar a una Iglesia católica marcada por fracturas internas y devolver fuerza a su estructura, anticipa el reconocido vaticanista italiano Marco Politi, en entrevista con AFP.

A las puertas de un eventual cónclave tras un pontificado que dividió aguas, Politi advierte que el escenario actual es inédito: más del 80 % de los cardenales con derecho a voto jamás ha participado en una elección papal, y muchos de ellos apenas se conocen entre sí. “Es el cónclave más espectacular en 50 años”, afirma.

Para el analista, el hecho de que muchos cardenales provengan de regiones alejadas, sin experiencia en la Curia romana y con barreras idiomáticas, dificulta aún más un proceso ya complejo por el contexto político y teológico interno.

Sobre el perfil del sucesor de Francisco, Politi es claro: “No habrá un Francisco II”. El estilo espontáneo e impulsivo del actual pontífice, que introdujo cambios profundos mediante gestos y discursos más que con reformas estructurales, no será fácilmente replicado. “El próximo papa tendrá que recomponer, gestionar con más colegialidad. Será más cuidadoso, más dialogante”, asegura.

Los desafíos que enfrentará el nuevo líder de la Iglesia incluyen el impulso de un gobierno eclesial más colegiado, la continuidad del proceso sinodal que promovió Francisco, y el abordaje del tema de los abusos sexuales. También se espera que el nuevo pontífice enfrente la crisis vocacional y revitalice la vida parroquial y diocesana, dos estructuras fundamentales que siguen debilitándose.

Para Politi, el próximo líder debe tener carisma y capacidad de diálogo. “Francisco lo tenía. Benedicto XVI, no. Juan Pablo II, sí”, resume. Y aunque no descarta que el elegido sea una sorpresa, señala que aún no ha emergido una figura conservadora que logre conciliar con el centro: “Necesitan un conservador con rostro humano”.

En medio de un deseo de unidad, varios cardenales hablan de un cónclave corto. “Es una paradoja”, concluye Politi, “pero refleja la intención de no exponer las divisiones internas”.