Ciudad del Vaticano, Santa Sede.- Los cardenales de la Iglesia católica comenzaron este martes a instalarse en la residencia de Santa Marta y otros edificios del Vaticano, donde permanecerán aislados del mundo hasta elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.

A partir del miércoles, a las 15:00 hora local, se activará el protocolo de aislamiento: sin teléfonos, internet ni contacto con el exterior. El cónclave se desarrollará bajo el más estricto secreto en la Capilla Sixtina, donde los 133 cardenales electores votarán hasta alcanzar un consenso para elegir al nuevo líder espiritual de los 1.400 millones de católicos en el mundo.

“Hay varios perfiles, muchas personalidades que podrían ser elegidas. Yo diría que al menos cinco o seis”, señaló el cardenal Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, en una entrevista con Corriere della Sera.

Las expectativas sobre el próximo pontífice son altas, tras un papado marcado por el estilo reformista y el impacto global de Francisco, el primer papa latinoamericano. La elección podría extenderse más que en ocasiones anteriores, dado que este es el cónclave más internacional de la historia, con representantes de 70 países.

El Vaticano amplió el hospedaje a edificios vecinos, ya que la residencia de Santa Marta no es suficiente para albergar a todos los electores. Cada habitación fue asignada por sorteo. Además del aislamiento de los cardenales, todo el personal de apoyo ha jurado guardar absoluto secreto bajo pena de excomunión.

Antes del inicio formal del cónclave, los purpurados celebraron su última reunión preparatoria este martes. En una declaración conjunta, hicieron un llamado a la paz en “Ucrania, Oriente Medio y muchas otras partes del mundo”, en línea con el mensaje final del papa Francisco antes de su muerte.

Durante las sesiones previas, los cardenales discutieron sobre temas clave como las finanzas del Vaticano, los escándalos de abusos sexuales y la necesidad de mantener la unidad dentro de la Iglesia. Muchos también aprovecharon para conocerse personalmente, hecho fundamental dada la naturaleza colectiva de la elección.

“Hay candidatos naturales, conocidos por su papel y personalidad. Pero también hay quienes intervienen y te hacen pensar. No hay ninguno que aplaste a los demás, del que se pueda decir: ‘Será él’”, concluyó Vesco.

Miles de fieles se congregarán en la Plaza de San Pedro para esperar la fumata blanca, señal de que el nuevo papa ha sido elegido.