París, Francia.- El histórico juicio por el millonario asalto a Kim Kardashian durante la Fashion Week de París en 2016 comenzó este lunes en la capital francesa, rodeado de una enorme expectativa mediática.

La primera vista se abrió hacia las 14H40 locales (12H40 GMT) en el Palacio de Justicia de París, sin la presencia de la estrella de reality, que tiene previsto testificar en persona el próximo 13 de mayo.

En la sala, los 10 acusados, 9 hombres y una mujer, se sentaron frente al juez David De Pas. Su promedio de edad ronda los 60 años y varios lucen cabellos blancos, bastones y audífonos, razón por la que la prensa francesa los bautizó como los “abuelos ladrones”.

A pesar de la ausencia de Kardashian, casi 400 periodistas se acreditaron para este juicio ultramediático, con un cuarto provenientes de medios internacionales. Las cámaras ocupaban todo el pasillo de la galería destinada a la prensa.

– Un robo de 10 minutos que dejó una marca –

El 3 de octubre de 2016, alrededor de las 03H00 de la madrugada, dos hombres encapuchados irrumpieron armados en la habitación de hotel donde se alojaba Kardashian, que estaba en París para asistir a la Semana de la Moda.

La amordazaron, le apuntaron con una pistola y la ataron antes de encerrarla en el baño. El principal objetivo: un anillo de compromiso valorado en 4 millones de dólares, regalo de su entonces esposo, Kanye West.

En total, los ladrones se llevaron 10 millones de dólares en joyas en apenas 10 minutos, en lo que se convirtió en el mayor robo a una persona en los últimos 20 años en Francia.

– Una investigación con puntos oscuros –

La banda fue arrestada tres meses después, pero solo un collar fue recuperado. El oro del resto de las joyas se cree que fue fundido y vendido en Bélgica.

El juicio busca determinar cómo los asaltantes obtuvieron información privilegiada sobre los movimientos de Kardashian. Uno de los acusados, Gary Madar, hermano del chofer de Kardashian, es señalado como la posible “fuente interna”, aunque niega cualquier implicación.

El principal acusado, Aomar Ait Khedache, reconoció haber atado a Kardashian, pero rechaza ser el cabecilla de la operación. Para él, “no fue un gran robo a mano armada, sino un trabajo fácil”.

El proceso continuará hasta el 23 de mayo con el testimonio clave de la estrella, quien deberá revivir ante el tribunal el violento asalto que la dejó traumatizada y alejada por un tiempo de la vida pública.