San José, Costa Rica.- El gobierno de Nicaragua expresó este lunes su pesar por la muerte del papa Francisco, pese a que el pontífice lo calificó en 2023 de “dictadura grosera” por su represión contra miembros de la Iglesia católica.

En un comunicado publicado en el sitio oficialista El 19 Digital, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo reconoció que las relaciones con el Vaticano fueron “difíciles, accidentadas” y marcadas por “circunstancias adversas y dolorosas”.

Francisco criticó duramente al régimen nicaragüense en marzo de 2023, luego de una ola de arrestos, destierros y represalias contra sacerdotes, obispos y monjas. La respuesta del gobierno fue considerar la ruptura de relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

“El papa supo entender la distancia y la complicada y alterada comunicación”, dice el mensaje oficial, que además atribuye las tensiones a “manipulaciones” y “voces altisonantes que entorpecieron” la relación.

La tensión alcanzó otro punto crítico en febrero pasado, cuando el gobierno de Ortega calificó de “depravado” al Vaticano tras la expulsión del obispo Rolando Álvarez, uno de los principales críticos del régimen. Nicaragua también confiscó bienes de la Iglesia, clausuró la universidad jesuita y retiró la personalidad jurídica de varias órdenes y medios religiosos.