España atraviesa una crisis habitacional sin precedentes. El precio de los alquileres ha subido de forma alarmante, especialmente en ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona, donde el costo promedio por un apartamento de 72 m² oscila entre los 800 y 1,200 euros mensuales. Rentar una sola habitación puede costar desde 400 hasta 590 euros, dependiendo de la ciudad.
La situación se ha vuelto insostenible, sobre todo para estudiantes y jóvenes profesionales, quienes enfrentan altos precios, pocos espacios y una creciente competencia. La demanda aumenta, pero la oferta es limitada. España enfrenta un déficit de más de un millón de viviendas, que crece en 100,000 unidades cada año.
El gobierno prometió construir 184,000 nuevas viviendas a través del Ministerio de Vivienda, pero dos años después solo se ha entregado una mínima parte, según medios nacionales.
Este descontento llevó a miles de personas a manifestarse en más de 40 ciudades en la primera gran movilización convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, quienes exigen una vivienda digna, regulación de precios y condiciones de alquiler más justas.
Las condiciones actuales exigen que los solicitantes presenten ingresos de hasta tres veces el valor del alquiler, fianzas de hasta cuatro meses y pagos adelantados, requisitos que muchos consideran abusivos e imposibles de cumplir con los salarios actuales.
Desde España para ICN Noticias, Daniela Letelier.