En Honduras se avecina un fenómeno político que algunos analistas ya comparan con el “fenómeno Juan Orlando”. En palabras de un entrevistado, durante las elecciones pasadas, muchos ciudadanos no votaron a favor de Xiomara Castro, sino en contra de Juan Orlando Hernández. La consigna era clara: sacarlo del poder.
A pesar de tener el control de prácticamente todas las instituciones del Estado —Fiscalía, Corte Suprema, Congreso, y Poder Ejecutivo— el Partido Nacional no logró mantener el poder. Libre ganó las elecciones desde la oposición, sin contar con ninguna estructura estatal a su favor.
Hoy, el entrevistado sostiene que el escenario se repite, solo que ahora con lo que llama el “fenómeno del familión”. Asegura que la gente saldrá a votar masivamente, no a favor de otro partido, sino en contra del actual gobierno, al que acusa de haber incumplido sus promesas de campaña y haber resultado “peor” que sus predecesores.
Entre las promesas incumplidas menciona la no llegada de la CICIH, la falta de reformas al Código Penal, la ley de equidad tributaria y el mantenimiento de los peajes. Asegura que muchas de las propuestas quedaron solo en discursos.