
El camarlengo, el fiel colaborador del papa que administra la Iglesia tras su muerte
Ciudad del Vaticano, Santa Sede.– Con el fallecimiento del papa Francisco, la administración interina de la Iglesia católica queda en manos del camarlengo, figura clave del Vaticano que desde 2019 ocupa el cardenal estadounidense-irlandés Kevin Farrell, de 77 años.
Designado por el propio Francisco, Farrell encabezará ahora los preparativos para el funeral del pontífice argentino y coordinará la organización del cónclave que elegirá al nuevo papa.
El rito de confirmación oficial de la muerte de Francisco tendrá lugar este lunes en la capilla de la residencia Santa Marta, donde vivía y falleció el pontífice. Tras esta ceremonia, su cuerpo será colocado en un féretro, como marca la tradición vaticana.

“Esta mañana a las 07H35 (05H35 GMT), el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, declaró Farrell en un breve comunicado leído con semblante serio y vestido de negro.
Experiencia e influencia
Kevin Farrell es una figura cercana a Francisco y conocido en el Vaticano por su carácter afable y sentido del humor. Antes de asumir como camarlengo, dirigió el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, creado por Francisco en 2016. Este organismo reunió las funciones de dos antiguos dicasterios y reflejó la intención del papa de simplificar y modernizar la estructura de la Curia.
Desde enero de 2024, Farrell también preside el Tribunal de Casación del Vaticano, el más alto órgano judicial del Estado pontificio.

Aunque nació en Irlanda, Farrell desarrolló la mayor parte de su carrera eclesiástica en Estados Unidos. Pasó cerca de tres décadas en la región de Washington y nueve años como obispo de Dallas. En 2016, al recibir la llamada del papa para anunciarle su nombramiento como cardenal, pensó que era una broma. “Yo no dejaba de decirle ‘No, es uno de mis amigos obispos que me está gastando bromas'”, contó al Irish Times.
Responsabilidades como camarlengo
Como administrador interino del Vaticano, Farrell tiene la potestad de solicitar a todos los departamentos la información necesaria para ejercer sus funciones. Será asistido por tres cardenales durante este período de sede vacante, en el que no se pueden tomar decisiones doctrinales o estratégicas de largo plazo.
El camarlengo garantiza la continuidad de los asuntos ordinarios de la Santa Sede hasta la elección del nuevo pontífice, un proceso que comenzará una vez finalizadas las exequias de Francisco.