Tegucigalpa.- Anthony Lozano estás en tierra de nadie, vive un momento complicado, casi como si protagonizara una perfecto guion cinematográfico de terror.
El “Choco”, capitán de la Selección de Honduras, ha comenzado la temporada con el pie izquierdo en el Santos Laguna: perdió la titularidad, sufrió una lesión y, cuando tuvo la oportunidad de recuperar la confianza, fue eliminado en la derrota 4-0 ante Los Ángeles Galaxy por la Leagues Cup. ¿Se puede pedir más para un mal arranque?
A este panorama se suma una oleada de críticas de la prensa deportiva mexicana y de la propia afición lagunera, que cuestionan su rendimiento y continuidad en el equipo.
Una noche de terror
El Santos Laguna visitó el Dignity Health Sports Park en California, despidiéndose del torneo con tres derrotas en la fase de grupos, un cierre amargo para la plantilla y para el delantero catracho.
El catracho regresó de una lesión y el técnico Francisco Rodríguez le devolvió la titularidad como voto de confianza. Sin embargo, su partido se torció pronto: al minuto 25 recibió una tarjeta amarilla y, al 44, el árbitro César Ramos le mostró la segunda tras un pisotón sobre el defensor japonés Maya Yoshida, lo que significó su expulsión y dejó a su equipo con diez jugadores antes del descanso.
Con esta acción, el “Choco” acumula ya dos expulsiones en lo que va de año con el Santos Laguna, la primera en enero contra Chivas. Estos episodios han encendido las alarmas sobre su disciplina y aportación en momentos clave.
Rueda se preocupa
El delantero hondureño no anota desde el pasado 25 de enero, cuando marcó contra el América en el Clausura 2025 de la Liga MX. Desde entonces, sus participaciones se han visto limitadas por lesiones, sanciones y decisiones técnicas que lo han relegado del protagonismo que se esperaba de él.
Hoy, Anthony Lozano se encuentra en un punto crítico de su carrera: necesita reencontrar el gol, recuperar la confianza y revertir una situación que amenaza con empañar su paso por el fútbol mexicano.
La pelota sigue en sus pies, pero el tiempo apremia y al técnico de Honduras, Reinaldo Rueda le empiezan a sudar las manos y deberá tomarse una pildorita para quitarse el dolor de cabeza.
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