La Habana, Cuba.- Decenas de feligreses se congregaron el jueves en la catedral de La Habana para despedir al papa Francisco con una misa en su honor, en la última jornada del duelo nacional declarado por su fallecimiento. El presidente Miguel Díaz-Canel asistió a la ceremonia, en la que se destacó el rol del pontífice en el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Rayneris López, una joven médica de 24 años, recordó a Francisco como “un puente” que ayudó a superar décadas de distanciamiento. Osvaldo Ferreira, sacristán de 75 años, también elogió su influencia para propiciar el diálogo entre ambos países. La catedral estuvo inusualmente llena, pese al habitual bajo número de practicantes católicos en la isla.

Durante la homilía, el nuncio apostólico Antione Camilleri rememoró un encuentro con Francisco, quien expresó su cariño por el pueblo cubano. “Es un pueblo que tiene heridas, pero que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza”, dijo citando al papa argentino.

Francisco fue el tercer papa en visitar Cuba en menos de dos décadas, tras las visitas de Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012. Su papel fue clave durante el histórico acercamiento entre La Habana y Washington en 2015, durante los gobiernos de Raúl Castro y Barack Obama.

En ese contexto, Cuba liberó en marzo pasado a 553 presos tras un compromiso con el Vaticano, aunque organizaciones de derechos humanos cuestionaron la transparencia del proceso. A pesar de los avances diplomáticos impulsados por Francisco, el clima político en la isla sigue siendo tenso.