EE. UU. designa a varios cárteles y pandillas como Organizaciones Terroristas Extranjeras

El 6 de febrero de 2025, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, firmó una medida histórica que designa oficialmente a varias organizaciones criminales, incluidos los cárteles mexicanos y las pandillas transnacionales, como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO).

Esta decisión, que será publicada en el Registro Federal el 20 de febrero, marca un giro importante en la política de seguridad de Estados Unidos, especialmente porque estas designaciones, por lo general, se aplican a grupos con motivaciones ideológicas o políticas.

Entre las organizaciones figuran en esta lista:

Se encuentran el Tren de Aragua, la Mara Salvatrucha (MS-13), y algunos de los cárteles más poderosos de México, como el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), y La Nueva Familia Michoacana (LNFM), entre otros. Esta medida no solo implica sanciones más severas, como la prohibición de cualquier tipo de apoyo material, financiero o logístico, sino también un refuerzo en la cooperación internacional para perseguir a sus miembros.

¿Por qué la designación?

La decisión de incluir a estos grupos en la lista de FTO responde a la creciente preocupación por la expansión del crimen organizado y su impacto negativo en la seguridad regional e internacional.

Las actividades de estas organizaciones, que abarcan desde el narcotráfico hasta la trata de personas, han generado violencia extrema en varios países de América Latina, con efectos devastadores para las comunidades locales.

La designación permitirá a las autoridades estadounidenses intensificar sus esfuerzos en la lucha contra estas bandas, al tiempo que refuerza las relaciones con los países afectados, como México y Venezuela.

La inclusión de grupos como el Tren de Aragua, originado en Venezuela, y la MS-13, con fuerte presencia en El Salvador y Honduras, también refleja un enfoque más globalizado del crimen organizado.

Estas organizaciones han logrado expandir sus redes y rutas ilícitas, beneficiándose incluso de la crisis migratoria para expandir su influencia. Mientras tanto, los cárteles mexicanos, con sus facciones rivales y luchas internas, continúan desafiando las autoridades, lo que alimenta la violencia en zonas como Michoacán, Tamaulipas, y Jalisco.