Roma, Italia.- El cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat y nacionalizado paraguayo, aseguró que no desea un “Francisco bis” como próximo pontífice, sino alguien que sea un buen cristiano “atento a lo que pasa en el mundo”.

A pocos días del cónclave tras la muerte del papa Francisco, López Romero expresó sentirse “curioso e inquieto” ante su primer proceso de votación en la Capilla Sixtina, pero confía en la guía del Espíritu Santo para elegir al sucesor. “No he decidido nada, mantengo las candidaturas abiertas”, declaró.

El salesiano, de origen español, señaló que su experiencia en Marruecos —país mayoritariamente musulmán— transformó su visión pastoral: “Me ayudó a descubrir que no estaba para servir a la Iglesia, sino al mundo”.

Durante las reuniones previas entre cardenales, dijo haber escuchado nuevas voces que podrían influir en su decisión final. También apoyó la idea de una Iglesia sin fronteras geográficas: “Gracias a Francisco, la Iglesia se ve más universal. Todo está abierto, incluso un papa de Asia, África o América del Norte”.

Aunque él mismo es un elector elegible, descarta esa posibilidad con humor: “Es como si Messi se va a retirar y yo soy el sustituto”.