
“Bueno hasta con los malos”: León XIV marcó la memoria de los peruanos
El Callao, Perú.- Con campanas repicando y templos repletos de fieles conmovidos, Perú celebró este jueves la elección del papa León XIV, el estadounidense de origen que también abrazó la nacionalidad peruana y dejó una profunda huella pastoral en comunidades como El Callao y Chiclayo.
“Es un hombre bueno hasta con los malos”, resumió el sacerdote Juan de Dios Rojas, quien fue su colaborador durante la pandemia en El Callao, donde León XIV —entonces obispo Robert Prevost— ejerció como administrador apostólico en 2020. Su paso por esta diócesis fue breve, pero suficiente para ganarse el respeto de fieles y religiosos por su cercanía con los pobres y su sensibilidad pastoral.
Su labor lo llevó a recorrer largos tramos por carretera desde Chiclayo para visitar comunidades empobrecidas como Pachacámac, incluso en pleno confinamiento. “Como buen misionero, se adaptaba a todo”, recordó Luis Alberto Barrera, actual obispo del Callao.

La noticia de su elección como sucesor de Francisco movilizó a creyentes en todo el país. En Santa María de la Reconciliación —capilla donde sirvió— se colocó su retrato, y se anunció una misa de agradecimiento. En la catedral de Lima, banderas peruanas ondearon mientras se proyectaba su primer mensaje como pontífice, en el que saludó a su “querida diócesis de Chiclayo” en español.
Prevost, de 69 años y oriundo de Chicago, llegó al Perú hace más de 40 años como misionero. En 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo, y poco después recibió la nacionalidad peruana, en el marco del concordato con el Vaticano.
“El papa es peruano. ¡Va a superar a Francisco! Come ceviche, su tallarín, su frejol con carnero”, exclamó Salvador Oliva Ramos, un jubilado de 75 años en Lima. Otros fieles destacaron su sencillez, su dominio del español y su firme compromiso con las víctimas de abusos en la Iglesia.
La elección de León XIV consolida, para muchos peruanos, la esperanza de una Iglesia que continúe el legado de Francisco, con un pontífice que conocen, valoran y sienten como propio.