La Crescenta (Estados Unidos).– Frente al aumento del precio de los huevos y el racionamiento en supermercados, cada vez más estadounidenses optan por una alternativa insólita: alquilar gallinas para tener huevos frescos en casa.

Yong-mi Kim, profesora universitaria de 52 años en California, decidió probar esta tendencia. “Quiero intentar esto y ver si me gusta o no”, comenta desde su casa en La Crescenta. “Conozco a gente que tiene gallinas, pero dan trabajo. Creo que alquilarlas es un buen comienzo”.

El alquiler de gallinas comenzó hace más de una década en Pennsylvania con el proyecto “Rent The Chicken” de Jenn y Phil Tompkins, y hoy se ha expandido a unas 40 ciudades. En medio de la reciente crisis de gripe aviar, el servicio vive un nuevo auge.

“Desde la pandemia hemos visto más interés, pero este año ha sido tres o cuatro veces mayor que en 2023”, afirma Victoria Lee, quien cubre la región de Los Ángeles desde su granja en Agua Dulce.

Durante el pico de la crisis, una docena de huevos llegó a costar más de 10 dólares. Aunque el republicano Donald Trump prometió en campaña bajar el costo de los alimentos, incluido este producto, los precios siguieron en ascenso tras su llegada a la presidencia.

Según el Departamento de Agricultura, en marzo pasado los huevos aumentaron 1,2% frente al mes anterior y 60,4% en comparación con el año anterior.

Lee aclara que criar gallinas en casa no siempre es más barato que comprar huevos en tienda, pero sí garantiza mejor calidad: “Los huevos del súper tienen entre 48 y 60 días. En casa, los recoges el mismo día”.

Gallinero móvil y huevos frescos

“Rent The Chicken” ofrece paquetes de entre 500 y 1.000 dólares por seis meses, que incluyen gallinas, comida, guía de cuidado y un gallinero móvil: una estructura cerrada, con ruedas, que se mueve diariamente para que las aves accedan a pasto fresco y estén protegidas de depredadores.

“Así las gallinas viven con nuevos estímulos, insectos, y pasto, en un ambiente seguro”, explica Lee.

Kim, que recibió su kit con entusiasmo —incluyendo una docena de huevos frescos—, afirma que su motivación inicial fue la escasez, pero que su interés ha evolucionado. “Quería aprender esto como estilo de vida. Y también comparar el sabor”.

Con dos gallinas, un cliente puede obtener hasta 14 huevos por semana. Kim, cuyo hijo atleta consume huevos con frecuencia, tiene claro el destino de sus primeros huevos caseros: “¡Huevos gratis!”, exclamó sonriente.