La esperada señal finalmente apareció en el cielo de Roma. Una fumata blanca se elevó este jueves desde la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando al mundo que los cardenales han elegido al nuevo Pontífice de la Iglesia Católica. Con este gesto tradicional y simbólico, el Vaticano anuncia que ya hay un nuevo Papa, el número 267 en la historia de la Iglesia.

Miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro estallaron en aplausos y emoción apenas vieron el humo blanco, que surgió poco después de las 17:30 (hora local), lo que indica que el Papa fue elegido en la primera votación de la tarde. Las campanas de la Basílica de San Pedro también repicaron para confirmar la elección.

¿Qué significa la fumata blanca?

Durante un cónclave, los cardenales realizan votaciones secretas para elegir al nuevo Papa. Después de cada ronda de votación, las papeletas se queman en una estufa especial. Si no hay un ganador, se añade una sustancia química que genera humo negro, símbolo de que no hay acuerdo. En cambio, si se alcanza la mayoría de dos tercios, se produce humo blanco, indicando que el nuevo líder de los católicos ha sido elegido.

Aunque cada jornada del cónclave puede tener hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde), solo hay dos fumatas diarias: una al finalizar la sesión matutina y otra tras la de la tarde. Sin embargo, si hay una elección en la primera votación de una sesión, la fumata se adelanta.

El mundo espera el anuncio oficial

Tras la aparición del humo blanco, se activa el protocolo vaticano. El nuevo Papa acepta formalmente el cargo, elige su nombre pontificio y es vestido con los ornamentos papales. Luego, el cardenal protodiácono saldrá al balcón central de la Basílica de San Pedro para pronunciar la histórica frase:

“Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam”
(“Les anuncio una gran alegría: ¡tenemos Papa!”)

El nuevo Pontífice aparecerá ante la multitud para impartir su primera bendición Urbi et Orbi.

Estamos a la espera de que el Vaticano revele oficialmente la identidad del nuevo Papa, quien ya ha aceptado su elección y se prepara para su primera aparición pública. En breve, el cardenal protodiácono anunciará su nombre desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde el nuevo Pontífice impartirá su primera bendición Urbi et Orbi ante miles de fieles congregados en la plaza y millones de personas en todo el mundo.