Washington, Estados Unidos.- El presidente Donald Trump firmó este lunes una orden ejecutiva para endurecer su política migratoria al tomar represalias contra las llamadas “ciudades santuario”, en un intento por mostrar avances en sus promesas de campaña a medida que se acercan sus primeros 100 días de gobierno.

La nueva medida instruye a funcionarios del gobierno federal a identificar en los próximos 30 días qué estados y autoridades locales bloquean la cooperación con agentes migratorios, advirtiendo que podrían perder acceso a ciertos fondos federales.

– Tensión entre el Gobierno federal y las ciudades –

Las “ciudades santuario” son jurisdicciones que limitan la colaboración con agentes federales en la deportación de inmigrantes en situación irregular. Entre ellas están Nueva York, Chicago, Boston y Denver, cuyos alcaldes han sido cuestionados por el Congreso sobre estas políticas.

La Casa Blanca exhibió el lunes carteles con fotos de inmigrantes arrestados y acusados de delitos graves como asesinato o abuso infantil. La administración Trump presentó además un listado con los “peores de los peores inmigrantes ilegales criminales” detenidos recientemente.

– Polémica y cifras contradictorias –

La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, aseguró que las detenciones de migrantes en la frontera con México bajaron un 95% en el último año, pasando de 140.000 a solo 7.000 en marzo. “Las fronteras de Estados Unidos ahora están seguras gracias al presidente Trump”, declaró.

Sin embargo, según el Instituto de Política Migratoria, las deportaciones en lo que va del año son menores que durante el mandato de Biden, con una proyección de 500.000 frente a las 685.000 del año fiscal 2024.

Trump ha enviado tropas a la frontera, catalogado a pandillas como la MS-13 y el Tren de Aragua como grupos terroristas, y ahora impulsa un proyecto legislativo que impone cargos elevados a las solicitudes de asilo.

Pero los tribunales han bloqueado varios intentos de recortar fondos a ciudades santuario, y organizaciones de derechos humanos denuncian que el Gobierno ha ignorado garantías constitucionales al realizar deportaciones sin audiencias.

Mientras tanto, la popularidad de Trump continúa en descenso. Según una encuesta del Washington Post-ABC, más del 40% de los estadounidenses desaprueba fuertemente sus acciones desde su regreso a la presidencia.