Bad Bunny ha logrado un impacto global no solo por su música, sino por sus letras cargadas de mensajes que abordan problemas sociales. A pesar de las críticas sobre el contenido vacío de sus canciones, un nuevo análisis pone en evidencia el valor de sus letras como un grito de lucha para problemas globales.

Un análisis multidisciplinario sobre su influencia

El libro Bad Bunny Enigma: Culture, Resistance and Uncertainty analiza cómo sus canciones impactan diversos campos como la cultura, la política, la sociología y más. Los 29 especialistas que participaron en este proyecto destacan el rol de Bad Bunny como una voz que aborda las problemáticas locales y globales de manera única.

También te puede interesar

El fenómeno “glocal” de Bad Bunny

Sheilla R. Madera, profesora de Florida International University y una de las editoras del libro, resalta que la popularidad de Bad Bunny radica en su habilidad para hablar de temas globales desde una perspectiva local. Su identidad puertorriqueña, combinada con el alcance internacional de su música, lo convierte en un fenómeno “glocal”. La juventud latinoamericana se siente especialmente conectada con sus mensajes.

Temas de lucha social en sus canciones

A sus 30 años, Bad Bunny toca temas como la gentrificación en canciones como El Apagón y Lo que le pasó a Hawái, problemas que no solo afectan a Puerto Rico, sino a muchos otros países. Para Madera, la conexión global de su música se debe a que aborda cuestiones comunes que resuenan con audiencias de todo el mundo.

Letras que traspasan fronteras

Canciones como Debí tirar más fotos se han convertido en himnos de nostalgia en lugares como Palestina y Líbano, donde se usan para recordar territorios previos a los conflictos. Igualmente, su tema Calladita apareció en carteles durante las protestas en Chile en 2019, y otros temas como El Apagón fueron utilizados en manifestaciones en las Islas Canarias contra la gentrificación.

Una mirada multidisciplinaria al fenómeno Bad Bunny

El libro profundiza en cómo Bad Bunny ha transformado la música en una herramienta de resistencia. Además, explora su enfoque sobre el empoderamiento femenino, como en la canción Andrea.

El impacto de la violencia socioestructural

Puerto Rico, una isla con una historia colonial compleja, es otro de los temas recurrentes en las canciones de Bad Bunny. Madera destaca cómo el artista utiliza su música para visibilizar la violencia socioestructural que persiste en la isla debido a su relación con Estados Unidos.

Un acto de resistencia, pero sin cargar con todo el peso

Para Madera, Bad Bunny no debe ser visto como un héroe, sino como un artista comprometido que transmite mensajes poderosos, pero con limitaciones. “Es injusto ponerle expectativas que no son razonables”, concluye, haciendo un llamado a entender que su trabajo responde a un compromiso personal y no a una obligación social.